El entorno
Lugares de visita obligada
Hermosas escapadas en el corazón del bosque de las Landas, paseos históricos en el corazón de las bastidas, degustaciones de Armagnac, descubrimiento de productores... las Landas en el corazón de la tierra ofrecen mil y una caras a la vez golosas, seductoras, conquistadoras, emocionantes, a descubrir a menos de 45 minutos del hotel.
la hermosa naturaleza de las Landas
A menos de 45 minutos del hotel
Para conocer la hermosa naturaleza de las Landas, diríjase al norte del Mont de Marsan y a los amplios espacios abiertos del Parque Natural Regional de las Landas de Gascuña, con su excepcional macizo forestal, uno de los más grandes de Europa Occidental. En el corazón del parque, el Ecomuseo de Marquèze le transporta a la vida de las Landas de Gascuña en el siglo XIX. Desde la antigua estación de sable, suba al tren histórico para un viaje en el tiempo. En este bello airial en el corazón del bosque de pinos, visite las casas tradicionales de entramado de madera con sus muebles y objetos de época.
Al noroeste del Mont de Marsan, las Landas de Armagnac abren horizontes históricos y gastronómicos. El viñedo de Bas-Armagnac, preservado por el bosque de pinos, es el terruño excepcional del brandy más antiguo de Francia. Armagnacs añejos para momentos excepcionales, Floc de Gascogne para el aperitivo o Blanche d'Armagnac para cócteles originales... tantas maravillas gustativas para saborear.
Las joyas de las Landas de Armagnac
Una visita obligada
En el corazón de este magnífico territorio, las bastidas de finales de la Edad Media, estas nuevas ciudades con su arquitectura típica, son las verdaderas joyas de las Landas de Armagnac. No hay que perderse: Labastide d'Armagnac (una de las más bellas bastidas del suroeste), Saint Justin con vistas al río Douze o Mauvezin d'Armagnac fundada en torno a una única calle.
Al sur de Mont de Marsan, a 17 km del hotel, la antigua ciudad medieval de Saint Sever merece una visita. Ciudad estratégica en la Edad Media, parada importante en los caminos de Santiago de Compostela, tiene el recuerdo de un rico pasado grabado en su piedra.